El lavado articular en la artrosis de rodilla, patología que sufre el 10% de la población española, presenta una buena respuesta terapéutica en cuanto a la mejoría sintomática y en el retraso de las recaídas agudas, especialmente en la gonartrosis de grado I, II y III, en donde consigue remisiones completas durante seis meses en muchos casos. Pero también se está utilizando en la artritis séptica, en la artritis reumatoide y gota y hemos comenzado a tratar las capsulitis adhesivas u hombros congelados.
Existen diversos mecanismos de acción por los que el lavado articular resulta efectivo en la artrosis de rodilla: En primer lugar, elimina los detritus cartilaginosos que se producen en el proceso artrósico, como el daño directo del cartílago; elimina los microcristales asociados a la enfermedad, y diluye la enzima degradante del cartílago de las diferentes citocinas -interleucina, factor de necrosis, etc.
Se utiliza anestesia inyectada por la vía externa de la rodilla para, mediante un trócar, evacuar el líquido de la rodilla e introducir suero frío (4 a 6°) que ha demostrado que es más beneficioso que a temperatura ambiente en cuanto a la respuesta y la mejoría del paciente hasta que se distiende totalmente la articulación. Posteriormente, se coloca una vía en el área externa de la rodilla y se conecta a un sistema de entrada-salida continuo. Se trata de una técnica sencilla, indolora y económica que permite, en muchas ocasiones, disminuir o incluso prescindir de los antiinflamatorios y analgésicos por periodos prolongados.
Esta alternativa terapéutica puede aplicarse de forma individual, con corticoides o con la combinación de ácido hialurónico ú orgoteína. La suma de nuevas terapias de viscosuplementación, como el ácido hialurónico, evita en gran medida la progresión y sintomatología asociada.
Dr. Vicenç Torrente (Reumatólogo)
Sub-Unidad de lavado Articular.
Puede saber más sobre lavado articular entrando en lapagina de la Sociedad Española de Reumatología.